martes, 10 de marzo de 2009
Copito De Nieve
Copito de Nieve (Floquet de Neu) era uno de los gorilas más famosos del mundo, incluso equiparable a King Kong. Su fama ha trascendido fronteras y su piel blanca, única en el mundo, era la envidia de todos los Zoológicos del planeta. ¿Quieres conocerlo mejor?Copito de Nieve, un primate de la familia de los Pongidae, fue capturado accidentalmente por el Doctor Jordi Sabater i Pí en el año 1966 en la Selva de Nko, provincia de Rio Muni, antigua Guinea española, actualmente Guinea Ecuatorial. El gorila albino fue recogido después de que un campesino de la etnia fang matara a su madre, a la que culpaba de dañar sus cultivos. El primer nombre que tuvo fue Nfumu-Ngui, que significa “gorila blanco” en la lengua de la etnia fang.
Copito de NieveAunque el albinismo ya había sido observado en muchas especies, el descubrimiento de un gorila albino supuso un verdadero revuelo, dado que hasta la fecha no se ha podido encontrar ningún otro.
A su llegada a Barcelona en 1966, Copito residió durante un año en la casa del veterinario del Zoo, Ramon Luera, para facilitarle la adaptación al nuevo entorno. Cuando se trasladó a su nueva casa en el Zoo de Barcelona, causó sensación, e incluso Salvador Dalí le hizo dos regalos: un enorme pastel y un maniquí como novia.
En el Zoo ha tenido una vida muy tranquila, y varias compañeras con las que ha tenido hasta 21 hijos e hijas, de los cuales han sobrevivido 6: Urko, Machinda, Ntao, Kena, Bindung y Virunga.
Dado que su albinismo era de carácter hereditario recesivo y que las hembras con las que se apareó no tienen el gen del albinismo, no hay posibilidades de que sus descendientes sean albinos hasta por lo menos la segunda generación. Por el momento, ninguno de sus nietos lo son.
Se alimentaba de leche desnatada, verduras, yogur y fruta, lo cual le permitió llegar a la nada despreciable edad de 40 años, que equivalen a 100 años humanos, en una condición física que se ha visto perjudicada por la enfermedad que está profundamente ligada con la característica física que lo hacía único.
Nombre: Copito de Nieve.
Copito de NieveAunque el albinismo ya había sido observado en muchas especies, el descubrimiento de un gorila albino supuso un verdadero revuelo, dado que hasta la fecha no se ha podido encontrar ningún otro.
A su llegada a Barcelona en 1966, Copito residió durante un año en la casa del veterinario del Zoo, Ramon Luera, para facilitarle la adaptación al nuevo entorno. Cuando se trasladó a su nueva casa en el Zoo de Barcelona, causó sensación, e incluso Salvador Dalí le hizo dos regalos: un enorme pastel y un maniquí como novia.
En el Zoo ha tenido una vida muy tranquila, y varias compañeras con las que ha tenido hasta 21 hijos e hijas, de los cuales han sobrevivido 6: Urko, Machinda, Ntao, Kena, Bindung y Virunga.
Dado que su albinismo era de carácter hereditario recesivo y que las hembras con las que se apareó no tienen el gen del albinismo, no hay posibilidades de que sus descendientes sean albinos hasta por lo menos la segunda generación. Por el momento, ninguno de sus nietos lo son.
Se alimentaba de leche desnatada, verduras, yogur y fruta, lo cual le permitió llegar a la nada despreciable edad de 40 años, que equivalen a 100 años humanos, en una condición física que se ha visto perjudicada por la enfermedad que está profundamente ligada con la característica física que lo hacía único.
Nombre: Copito de Nieve.
Especie: Gorila de llanura occidental (Gorilla gorilla gorilla).
peso: 140 - 275 kg
longitud: 140 - 185 cm
peso al nacer: 2 kg
gestación: 250 - 295 días
número de crias: 1
Particularidad: Albinismo.
Edad: unos 40 años (se desconoce la edad exacta). Equivale a unos 100 años humanos.
Habitos alimenticios y de vida:
Hábitat: Selva.
Reproducción: Vivípara.
Alimentación: Herbívora.
Vida social: gregaria.
Lugar de nacimiento y de residencia: Se estima que Copito de Nieve nació en 1964. Llegó a Barcelona en 1966 después de que fuese capturado de manera fortuita en los bosques del Rio Muni, en la actual Guinea Ecuatorial. Medía 54 centímetros y pesaba menos de 9 kilos.
Familia: El gorila ha tenido tres compañeras y 21 hijos, de los cuales seis permanecen vivos, aunque ninguno ha heredado su característico color blanco.
Tales de Mileto
(Mileto, actual Turquía, 624 a.C.-?, 548 a.C.) Filosófo y matemático griego. En su juventud viajó a Egipto, donde aprendió geometría de los sacerdotes de Menfis, y astronomía, que posteriormente enseñaría con el nombre de astrosofía. Dirigió en Mileto una escuela de náutica, construyó un canal para desviar las aguas del Halis y dio acertados consejos políticos. Fue maestro de Pitágoras y Anaxímedes, y contemporáneo de Anaximandro.
Fue el primer filósofo griego que intentó dar una explicación física del Universo, que para él era un espacio racional pese a su aparente desorden. Sin embargo, no buscó un Creador en dicha racionalidad, pues para él todo nacía del agua, la cual era el elemento básico del que estaban hechas todas las cosas, pues se constituye en vapor, que es aire, nubes y éter; del agua se forman los cuerpos sólidos al condensarse, y la Tierra flota en ella. Tales se planteó la siguiente cuestión: si una sustancia puede transformarse en otra, como un trozo de mineral azulado lo hace en cobre rojo, ¿cuál es la naturaleza de la sustancia, piedra, cobre, ambas? ¿Cualquier sustancia puede transformarse en otra de forma que finalmente todas las sustancias sean aspectos diversos de una misma materia? Tales consideraba que esta última cuestión sería afirmativa, puesto que de ser así podría introducirse en el Universo un orden básico; quedaba determinar cuál era entonces esa materia o elemento básico
Finalmente pensó que era el agua, pues es la que se encuentra en mayor cantidad, rodea la Tierra, impregna la atmósfera en forma de vapor, corre a través de los continentes y la vida no es posible sin ella. La Tierra, para él, era un disco plano cubierto por la semiesfera celeste flotando en un océano infinito. Esta tesis sobre la existencia de un elemento del cual estaban formadas todas las sustancias cobró gran aceptación entre filósofos posteriores, a pesar de que no todos ellos aceptaron que el agua fuera tal elemento. Lo importante de su tesis es la consideración de que todo ser proviene de un principio originario, sea el agua, sea cualquier otro. El hecho de buscarlo de una forma científica es lo que le hace ser considerado como el "padre de la filosofía".
En geometría, y en base a los conocimientos adquiridos en Egipto, elaboró un conjunto de teoremas generales y de razonamientos deductivos a partir de estos. Todo ello fue recopilado posteriormente por Euclides en su obra Elementos, pero se debe a Tales el mérito de haber introducido en Grecia el interés por los estudios geométricos.
Ninguno de sus escritos ha llegado hasta nuestros días; a pesar de ello, son muy numerosas las aportaciones que a lo largo de la historia, desde Herodoto, Jenófanes o Aristóteles, se le han atribuido.
Finalmente pensó que era el agua, pues es la que se encuentra en mayor cantidad, rodea la Tierra, impregna la atmósfera en forma de vapor, corre a través de los continentes y la vida no es posible sin ella. La Tierra, para él, era un disco plano cubierto por la semiesfera celeste flotando en un océano infinito. Esta tesis sobre la existencia de un elemento del cual estaban formadas todas las sustancias cobró gran aceptación entre filósofos posteriores, a pesar de que no todos ellos aceptaron que el agua fuera tal elemento. Lo importante de su tesis es la consideración de que todo ser proviene de un principio originario, sea el agua, sea cualquier otro. El hecho de buscarlo de una forma científica es lo que le hace ser considerado como el "padre de la filosofía".
En geometría, y en base a los conocimientos adquiridos en Egipto, elaboró un conjunto de teoremas generales y de razonamientos deductivos a partir de estos. Todo ello fue recopilado posteriormente por Euclides en su obra Elementos, pero se debe a Tales el mérito de haber introducido en Grecia el interés por los estudios geométricos.
Ninguno de sus escritos ha llegado hasta nuestros días; a pesar de ello, son muy numerosas las aportaciones que a lo largo de la historia, desde Herodoto, Jenófanes o Aristóteles, se le han atribuido.
viernes, 6 de marzo de 2009
ave del año 2009
El escribano palustre es el ave de este año 2009. Es una de las aves amenzadas, se ha exitunguido en Asturias, Castillas y León, Valencia, Murcia y Andalucia... por esto ha sido elegida el ave del año 2009.
Vivie en sitios pantanosos, lagunas, cañaverales y rios de corriente lenta.
Su nombre, "escribano" hace alusión a que en los huevos tienen lineas que parecen escrituras, "palustre", es por las zonas humedas que ocupa.
El macho en la epoca de reproducción, tiene un gran plumaje que le hace destacar.
Ya solo quedan 400 parejas reproductoras.
jueves, 5 de marzo de 2009
biografia de Elizabeth Helen Blackburn
Elizabeth Helen Blackburn fue la primera persona en estudiar los "telómeros", extremos de los cromosomas de las células eucariotas que son necesarios tanto para el control de la división celular como para mantener la integridad y estabilidad de los cromosomas. Durante su estudio de los telómeros, Elizabeth Blackburn descubrió la "telomerasa", enzima que forma los telómeros durante la duplicación del ADN. La enzima telomerasa está relacionada con el reloj biológico que controla la edad de las células: la escasez de telomerasa hace que en cada división celular los telómeros se acorten, de manera que transcurrido un cierto número de divisiones las células se vuelven incapaces de dividirse y mueren. Normalmente las células van dejando de fabricar telomerasa con la edad. Sin embargo, las células cancerosas fabrican mayor cantidad de telomerasa, por lo que estas células viven más tiempo y son capaces de dividirse más (formación de tumores). La telomerasa descubierta por Elizabeth Blackburn tiene por tanto relación con los procesos de envejecimiento celular y también con el cáncer, dos hechos importantes para la biología básica y la medicina. El descubrimiento de Blackburn puede permitir encontrar sustancias capaces de inhibir la acción de la telomerasa, que ayudarían en el tratamiento contra el cáncer, así como en la erradicación de las infecciones fúngicas que tienen lugar en pacientes inmunodeprimidos.
Nacida en Hobart (Tasmania) hija de una pareja de médicos, Elizabeth Blackburn estudió Bioquímica en la universidad de Melbourne (Australia), y en 1975 obtuvo su doctorado en Biología Molecular por la universidad de Cambridge (Inglaterra); su tesis doctoral trató de la secuenciación de ácidos nucleicos. Entre 1975 y 1977 trabajó en la universidad de Yale gracias a una beca postdoctoral; allí comenzó a estudiar la estructura de los telómeros junto con John Gall. Desde 1977 trabajó en la universidad de California en Berkeley, donde estudió con Jack W. Szostak el comportamiento de los telómeros en diversos organismos. En 1984, Elizabeth Blackburn y Carol W. Greider descubrieron la enzima telomerasa, y en 1985 consiguieron aislarla y comenzaron a crear telómeros artificiales para estudiar el control de la división celular. En 1986 Blackburn consiguió en esta universidad una plaza como profesora y directora de laboratorio. Después de 13 años en la universidad de California de Berkeley, en 1990 se trasladó a la de San Francisco, donde ha trabajado en dos departamentos: bioquímica-biofísica y microbiología-inmunología. En 1993 fue nombrada directora del departamento de Microbiología e Inmunología, siendo la primera mujer en tener un puesto semejante en la universidad de California. Actualmente es profesora del departamento de Bioquímica y Biofísica y jefa del Laboratorio Blackburn, líder mundial en la manipulación de la actividad de la telomerasa en las células.
Elizabeth Blackburn es presidenta de la Sociedad Americana de Biología Celular, y pertenece asimismo al Instituto de Medicina norteamericano y a la Royal Society de Londres. Entre los muchos premios que ha recibido se encuentra el Premio Eli Lilly de Microbiología (1988), el premio de la Academia de Ciencias norteamericana en Biología Molecular (1990), el de la Fundación Gairdner (1998), el Premio Australia, la Medalla de Honor de la Sociedad Americana contra el Cáncer, el premio Alfred P. Sloan de la Fundación General Motors de Investigación contra el Cáncer (2001), el 26° premio anual Bristol-Meyers Squibb de investigación contra el cáncer, y el premio Dr. A. H. Heineken de Medicina. En 1999 fue nombrada "Científica del Año" en California, y en 2005 obtuvo la Medalla Benjamin Franklin en Ciencias de la vida. En 2006 recibió, junto con John Gall, Jack W. Szostak y Carol Greider, el premio Lasker de Investigación Médica Básica, uno de los premios científicos más prestigiosos. En 2007, también junto a Gall y Greider, ha recibido el premio Louisa Gross Horwitz, otorgado anualmente por la universidad de Columbia por descubrimientos en Bioquímica o Biología básica.
Durante su estancia en Inglaterra, Elizabeth Blackburn conoció al quien sería su marido, John Sedat, que también estudiaba biología molecular en Cambridge y es actualmente es profesor de bioquímica y biofísica en la universidad de California en San Francisco. Casados en 1975, tuvieron a su único hijo, Benjamin, en 1986, el mismo año en que Elizabeth era nombrada catedrática en la universidad de Berkeley. Blackburn ha escrito diversos artículos en relación con la maternidad, en los que ha defendido la importancia de dedicar suficiente tiempo al cuidado de los hijos o hijas. En "Balancing Family and Career: One Way That Worked", Blackburn declara que toda mujer tiene derecho a elegir una carrera sin miedo a ser discriminada por su posible maternidad: "No tiene sentido que la carrera profesional esté cerrada a una mujer a causa de una situación temporal".
Nacida en Hobart (Tasmania) hija de una pareja de médicos, Elizabeth Blackburn estudió Bioquímica en la universidad de Melbourne (Australia), y en 1975 obtuvo su doctorado en Biología Molecular por la universidad de Cambridge (Inglaterra); su tesis doctoral trató de la secuenciación de ácidos nucleicos. Entre 1975 y 1977 trabajó en la universidad de Yale gracias a una beca postdoctoral; allí comenzó a estudiar la estructura de los telómeros junto con John Gall. Desde 1977 trabajó en la universidad de California en Berkeley, donde estudió con Jack W. Szostak el comportamiento de los telómeros en diversos organismos. En 1984, Elizabeth Blackburn y Carol W. Greider descubrieron la enzima telomerasa, y en 1985 consiguieron aislarla y comenzaron a crear telómeros artificiales para estudiar el control de la división celular. En 1986 Blackburn consiguió en esta universidad una plaza como profesora y directora de laboratorio. Después de 13 años en la universidad de California de Berkeley, en 1990 se trasladó a la de San Francisco, donde ha trabajado en dos departamentos: bioquímica-biofísica y microbiología-inmunología. En 1993 fue nombrada directora del departamento de Microbiología e Inmunología, siendo la primera mujer en tener un puesto semejante en la universidad de California. Actualmente es profesora del departamento de Bioquímica y Biofísica y jefa del Laboratorio Blackburn, líder mundial en la manipulación de la actividad de la telomerasa en las células.
Elizabeth Blackburn es presidenta de la Sociedad Americana de Biología Celular, y pertenece asimismo al Instituto de Medicina norteamericano y a la Royal Society de Londres. Entre los muchos premios que ha recibido se encuentra el Premio Eli Lilly de Microbiología (1988), el premio de la Academia de Ciencias norteamericana en Biología Molecular (1990), el de la Fundación Gairdner (1998), el Premio Australia, la Medalla de Honor de la Sociedad Americana contra el Cáncer, el premio Alfred P. Sloan de la Fundación General Motors de Investigación contra el Cáncer (2001), el 26° premio anual Bristol-Meyers Squibb de investigación contra el cáncer, y el premio Dr. A. H. Heineken de Medicina. En 1999 fue nombrada "Científica del Año" en California, y en 2005 obtuvo la Medalla Benjamin Franklin en Ciencias de la vida. En 2006 recibió, junto con John Gall, Jack W. Szostak y Carol Greider, el premio Lasker de Investigación Médica Básica, uno de los premios científicos más prestigiosos. En 2007, también junto a Gall y Greider, ha recibido el premio Louisa Gross Horwitz, otorgado anualmente por la universidad de Columbia por descubrimientos en Bioquímica o Biología básica.
Durante su estancia en Inglaterra, Elizabeth Blackburn conoció al quien sería su marido, John Sedat, que también estudiaba biología molecular en Cambridge y es actualmente es profesor de bioquímica y biofísica en la universidad de California en San Francisco. Casados en 1975, tuvieron a su único hijo, Benjamin, en 1986, el mismo año en que Elizabeth era nombrada catedrática en la universidad de Berkeley. Blackburn ha escrito diversos artículos en relación con la maternidad, en los que ha defendido la importancia de dedicar suficiente tiempo al cuidado de los hijos o hijas. En "Balancing Family and Career: One Way That Worked", Blackburn declara que toda mujer tiene derecho a elegir una carrera sin miedo a ser discriminada por su posible maternidad: "No tiene sentido que la carrera profesional esté cerrada a una mujer a causa de una situación temporal".
biografia de aristoteles
Aristóteles nació en el año 384 a.C. en una pequeña localidad macedonia cercana al monte Athos llamada Estagira, de donde proviene su sobrenombre, el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de Filipo y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno. Nicómaco pertenecía a la familia de los Asclepíades, que se reclamaba descendiente del dios fundador de la medicina y cuyo saber se transmitía de generación en generación. Ello invita a pensar que Aristóteles fue iniciado de niño en los secretos de la medicina y de ahí le vino su afición a la investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre en plena adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual pudo mostrar años después su gratitud adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor.
En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a Atenas para estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación personal se estableció entre ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas referencias que hacen el uno del otro en sus escritos, no cabe hablar de una amistad imperecedera. Lo cual, por otra parte, resulta lógico si se tiene en cuenta que Aristóteles iba a iniciar su propio sistema filosófico fundándolo en una profunda critica al platónico. Ambos partían de Sócrates y de su concepto de eidos, pero las dificultades de Platón para insertar su mundo eidético, el de las ideas, en el mundo real obligaron a Aristóteles a ir perfilando términos como «sustancia», «esencia» y «forma» que le alejarían definitivamente de la Academia. En cambio es absolutamente falsa la leyenda según la cual Aristóteles se marchó de Atenas despechado porque Platón, a su muerte, designase a su sobrino Espeusipo para hacerse cargo de la Academia. En su condición de macedonio Aristóteles no era legalmente elegible para ese puesto.
A la muerte de Platón, ocurrida en el 348, Aristóteles contaba treinta y seis años de edad, habla pasado veinte de ellos simultaneando la enseñanza con el estudio y se encontraba en Atenas, como suele decirse, sin oficio ni beneficio. Así que no debió de pensárselo mucho cuando supo que Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna griego (por más detalles, eunuco) que se habla apoderado del sector noroeste de Asia Menor, estaba reuniendo en la ciudad de Axos a cuantos discípulos de la Academia quisieran colaborar con él en la helenización de sus dominios. Aristóteles se instaló en Axos en compañía de Xenócrates de Calcedonia, un colega académico, y de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del legado aristotélico.
El Estagirita pasaría allí tres años apacibles y fructíferos, dedicándose a la enseñanza, a la escritura (gran parte de su Política la redactó allí) y a la reproducción, ya que primero se casó con una sobrina de Hermias llamada Pitias, con la que tuvo una hija. Pitias debió de morir muy poco después y Aristóteles se unió a otra estagirita, de nombre Erpilis, que le dio un hijo, Nicómaco, al que dedicaría su Ética. Dado que el propio Aristóteles dejó escrito que el varón debe casarse a los treinta y siete años y la mujer a los dieciocho, resulta fácil deducir qué edades debían tener una y otra cuando se unió a ellas.
Tras el asesinato de Hermias, en el 345, Aristóteles se instaló en Mitilene (isla de Lesbos), dedicándose, en compañía de Teofrasto, al estudio de la biología. Dos años más tarde, en el 343, fue contratado por Filipo de Macedonia para que se hiciese cargo de la educación de su hijo Alejandro, a la sazón de trece años de edad. Tampoco se sabe mucho de la relación entre ambos, ya que las leyendas y las falsificaciones han borrado todo rastro de verdad. Pero de ser cierto el carácter que sus contemporáneos atribuyen a Alejandro (al que tachan unánimemente de arrogante, bebedor, cruel, vengativo e ignorante), no se advierte rasgo alguno de la influencia que Aristóteles pudo ejercer sobre él. Como tampoco se advierte la influencia de Alejandro sobre su maestro en el terreno político, pues Aristóteles seguía predicando la superioridad de las ciudades estado cuando su presunto discípulo estaba poniendo ya las bases de un imperio universal sin el que, al decir de los historiadores, la civilización helénica hubiera sucumbido mucho antes.
El Estagirita pasaría allí tres años apacibles y fructíferos, dedicándose a la enseñanza, a la escritura (gran parte de su Política la redactó allí) y a la reproducción, ya que primero se casó con una sobrina de Hermias llamada Pitias, con la que tuvo una hija. Pitias debió de morir muy poco después y Aristóteles se unió a otra estagirita, de nombre Erpilis, que le dio un hijo, Nicómaco, al que dedicaría su Ética. Dado que el propio Aristóteles dejó escrito que el varón debe casarse a los treinta y siete años y la mujer a los dieciocho, resulta fácil deducir qué edades debían tener una y otra cuando se unió a ellas.
Tras el asesinato de Hermias, en el 345, Aristóteles se instaló en Mitilene (isla de Lesbos), dedicándose, en compañía de Teofrasto, al estudio de la biología. Dos años más tarde, en el 343, fue contratado por Filipo de Macedonia para que se hiciese cargo de la educación de su hijo Alejandro, a la sazón de trece años de edad. Tampoco se sabe mucho de la relación entre ambos, ya que las leyendas y las falsificaciones han borrado todo rastro de verdad. Pero de ser cierto el carácter que sus contemporáneos atribuyen a Alejandro (al que tachan unánimemente de arrogante, bebedor, cruel, vengativo e ignorante), no se advierte rasgo alguno de la influencia que Aristóteles pudo ejercer sobre él. Como tampoco se advierte la influencia de Alejandro sobre su maestro en el terreno político, pues Aristóteles seguía predicando la superioridad de las ciudades estado cuando su presunto discípulo estaba poniendo ya las bases de un imperio universal sin el que, al decir de los historiadores, la civilización helénica hubiera sucumbido mucho antes.
Poco después de la muerte de Filipo, Alejandro hizo ejecutar a un sobrino de Aristóteles, Calístenes de Olinto, a quien acusaba de traidor. Conociendo el carácter vengativo de su discípulo, Aristóteles se refugió un año en sus propiedades de Estagira, trasladándose en el 334 a Atenas para fundar, siempre en compañía de Teofrasto, el Liceo, una institución pedagógica que durante años habría de competir con la Academia platónica, dirigida en ese momento por su viejo camarada Xenócrates de Calcedonia.
Los once años que median entre su regreso a Atenas y la muerte de Alejandro, en el 323, fueron aprovechados por Aristóteles para llevar a cabo una profunda revisión de una obra que, al decir de Hegel, constituye el fundamento de todas las ciencias. Para decirlo de la forma más sucinta posible, Aristóteles fue un prodigioso sintetizador del saber, tan atento a las generalizaciones que constituyen la ciencia como a las diferencias que no sólo distinguen a los individuos entre sí, sino que impiden la reducción de los grandes géneros de fenómenos y las ciencias que los estudian. Como él mismo dice, los seres pueden ser móviles e inmóviles, y al mismo tiempo separados (de la materia) o no separados. La ciencia que estudia los seres móviles y no separados es la física; la de los seres inmóviles y no separados es la matemática, y la de los seres inmóviles y separados, la teología.
Los once años que median entre su regreso a Atenas y la muerte de Alejandro, en el 323, fueron aprovechados por Aristóteles para llevar a cabo una profunda revisión de una obra que, al decir de Hegel, constituye el fundamento de todas las ciencias. Para decirlo de la forma más sucinta posible, Aristóteles fue un prodigioso sintetizador del saber, tan atento a las generalizaciones que constituyen la ciencia como a las diferencias que no sólo distinguen a los individuos entre sí, sino que impiden la reducción de los grandes géneros de fenómenos y las ciencias que los estudian. Como él mismo dice, los seres pueden ser móviles e inmóviles, y al mismo tiempo separados (de la materia) o no separados. La ciencia que estudia los seres móviles y no separados es la física; la de los seres inmóviles y no separados es la matemática, y la de los seres inmóviles y separados, la teología.
La amplitud y la profundidad de su pensamiento son tales que fue preciso esperar dos mil años para que surgiese alguien de talla parecida. Y durante ese período su autoridad llegó a quedar tan establecida e incuestionada como la que ejercía la Iglesia, y tanto en la ciencia como en la filosofía todo intento de avance intelectual ha tenido que empezar con un ataque a cualquiera de los principios filosóficos aristotélicos.
Sin embargo, el camino seguido por el pensamiento de Aristóteles hasta alcanzar su actual preeminencia es tan asombroso que, aun descontando lo que la leyenda haya podido añadir, parece un argumento de novela de aventuras.
Sin embargo, el camino seguido por el pensamiento de Aristóteles hasta alcanzar su actual preeminencia es tan asombroso que, aun descontando lo que la leyenda haya podido añadir, parece un argumento de novela de aventuras.
Con la muerte de Alejandro, en el 323, se extendió en Atenas una oleada de nacionalismo (antimacedonio) desencadenado por Demóstenes, hecho que le supuso a Aristóteles enfrentarse a una acusación de impiedad. No estando en su ánimo repetir la aventura de Sócrates, Aristóteles se exilió a la isla de Chalcis, donde murió en el 322. Según la tradición, Aristóteles le cedió sus obras a Teofrasto, el cual se las cedió a su vez a Neleo, quien las envió a casa de sus padres en Esquepsis sólidamente embaladas en cajas y con la orden de que las escondiesen en una cueva para evitar que fuesen requisadas con destino a la biblioteca de Pérgamo.
Muchos años después, los herederos de Neleo se las vendieron a Apelicón de Teos, un filósofo que se las llevó consigo a Atenas. En el 86 a.C., en plena ocupación romana, Sila se enteró de la existencia de esas cajas y las requisó para enviarlas a Roma, donde fueron compradas por Tiranión el Gramático. De mano en mano, esas obras fueron sufriendo sucesivos deterioros hasta que, en el año 60 a.C., fueron adquiridas por Andrónico de Rodas, el último responsable del Liceo, quien procedió a su edición definitiva. A él se debe, por ejemplo, la invención del término «metafísica», título bajo el que se agrupan los libros VII, VIII y IX y que significa, sencillamente, que salen a continuación de la física.
Con la caída del Imperio romano, las obras de Aristóteles, como las del resto de la cultura grecorromana, desaparecieron hasta que, bien entrado el siglo XIII, fueron recuperadas por el árabe Averroes, quien las conoció a través de las versiones sirias, árabes y judías. Del total de 170 obras que los catálogos antiguos recogían, sólo se han salvado 30, que vienen a ocupar unas 2.000 páginas impresas. La mayoría de ellas proceden de los llamados escritos «acroamáticos», concebidos para ser utilizados como tratados en el Liceo y no para ser publicados. En cambio, todas las obras publicadas en vida del propio Aristóteles, escritas para el público general en forma de diálogos, se han perdido.
Muchos años después, los herederos de Neleo se las vendieron a Apelicón de Teos, un filósofo que se las llevó consigo a Atenas. En el 86 a.C., en plena ocupación romana, Sila se enteró de la existencia de esas cajas y las requisó para enviarlas a Roma, donde fueron compradas por Tiranión el Gramático. De mano en mano, esas obras fueron sufriendo sucesivos deterioros hasta que, en el año 60 a.C., fueron adquiridas por Andrónico de Rodas, el último responsable del Liceo, quien procedió a su edición definitiva. A él se debe, por ejemplo, la invención del término «metafísica», título bajo el que se agrupan los libros VII, VIII y IX y que significa, sencillamente, que salen a continuación de la física.
Con la caída del Imperio romano, las obras de Aristóteles, como las del resto de la cultura grecorromana, desaparecieron hasta que, bien entrado el siglo XIII, fueron recuperadas por el árabe Averroes, quien las conoció a través de las versiones sirias, árabes y judías. Del total de 170 obras que los catálogos antiguos recogían, sólo se han salvado 30, que vienen a ocupar unas 2.000 páginas impresas. La mayoría de ellas proceden de los llamados escritos «acroamáticos», concebidos para ser utilizados como tratados en el Liceo y no para ser publicados. En cambio, todas las obras publicadas en vida del propio Aristóteles, escritas para el público general en forma de diálogos, se han perdido.
martes, 24 de febrero de 2009
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